El pasado 27 de noviembre, en el Salón de Actos del Rectorado de la Universidad de Málaga, la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla, celebró la Solemne Sesión “In Memoriam” de su Académico de Número y catedrático de Pediatría, Prof. D. Antonio Martínez Valverde.
El acto contó con la presencia del Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Medicina de Málaga, Prof. D. José Pablo Lara Muñoz, en representación de Excmo. y Magfco. Rector de la UMA, Prof. D. José Ángel Narváez Bueno, y fue presidido por el Excmo. Sr. D. Armando Zuluaga Gómez Presidente de RAMAO.
Los Dres. D. Antonio Jurado Ortiz y D. Manuel García del Rio, dos de sus discípulos, que lo acompañaron siempre, expusieron la trayectoria vital y profesional, investigadora y pedagógica del Prof. Martínez Valverde, destacando sus múltiples cualidades, que hicieron de él un auténtico Maestro, que supo dar lo que poseía en forma adecuada para recibirlo con fruto, lo hizo con amor y de forma desinteresada. No sólo transmitió conocimientos, ayudó y guió a sus discípulos en la formación humana y supo estimular su interés por la infancia y por la pediatría. Su gran calidad humana y su modestia, la sintetiza una frase de Atahualpa Yupanqui que recuerdan quienes tuvieron la suerte de formar parte de su Escuela y le oyeron con frecuencia: “Les enseñé a volar y no pude seguir su vuelo…”
El Prof. Joaquín Fernández-Crehuet Navajas, Académico numerario de RAMAO, destacó su gran profesionalidad, su sabiduría y su magistral tarea docente, basada no solo en la enseñanza de la Ciencia, sino acompañada de la transmisión de valores. D. Antonio no solo se preocupaba de que sus alumnos conocieran la Pediatría, decía con frecuencia “Lo que no se sabe, no se puede diagnosticar”, su clave fue también preocuparse de que sus alumnos fueran buenas personas.
De la bondad de estos principios inculcados a sus discípulos, dio fe el académico, por lo realizado por ellos con una de sus hijas, concluyendo su intervención con el pensamiento de Escribinio Largo, sobre las características del médico – “El médico, un hombre bueno, perito en el arte de curar y lleno de misericordia y humanidad”- ; pensamiento que no por su antigüedad, Siglo I a.C., ha dejado de tener vigencia.
A continuación Dª María Martínez León, hija del Prof. Martínez Valverde, emocionada agradeció, en nombre de la familia, el entrañable recuerdo a la figura de su padre por parte de RAMAO y la asistencia a autoridades y al buen número de amigos, compañeros y discípulos, tras lo que recibió la placa del sillón de la Academia que ocupó el Prof. Martínez Valverde, de manos de su Presidente, quién cerró el acto, haciendo una síntesis de las intervenciones anteriores, que en definitiva nos dicen que: por su intensidad en el trabajo, su dedicación a la tarea docente, investigadora y asistencial, y el deseo de transmitir a los demás sus propios conocimientos y valores, desde su llegada a Málaga, en 1975, dio un vuelco a la Pediatría malagueña, llevándola a los altos niveles que tiene en la actualidad.
Tranquilo Maestro, que sus desvelos no han caído en terreno baldío.